El Consejo Coordinador Empresarial
y sus esfuerzos por reactivar la economía.
Hoy
por la mañana despertamos con la noticia de que el Consejo Coordinador
Empresarial propone un pacto de 68 puntos para que la economía no caiga en recesión.
La importancia de lo anterior, desde mi punto de vista, es determinante para el
futuro económico del país; con los datos económicos que se tienen y acercándonos
a la tasa de interés negativa, este esfuerzo consensual señala una
independencia entre el capital y el estado fenómeno que cambia
determinantemente el ciclo de acumulación económica del país. A 22 años del Tratado
de Libre Comercio, nos hemos vuelto una economía de importancia estratégica para
los Estados Unidos. A tal punto que se pretende la reactivación de la economía
para el próximo lunes siguiendo las indicaciones electoralistas del presidente
Trump quien expone a su país a un rebrote de la pandemia.
Siguiendo
el destino que nos ata históricamente a los Estados Unidos desde hace
aproximadamente doscientos años, la cúpula empresarial mexicana intenta rescatar
y fortalecer nuestro mercado interno y nuestra competitividad.
Apenas
unas horas después de haber sido planteados los 68 puntos, el actual gobierno mexicano
rechazó este proyecto.
Carlos
Salazar, presidente del CCE, comenta: el documento presentado no es exclusivo
de los empresarios, es incluyente a varios estratos de la sociedad, y en mi opinión
se dibuja una nación capitalista que al ofrecer integrar a otras capas de la población
se hace social, y entendemos por ésto reparto, distribución de la riqueza y
adelgazamiento de la desigualdad.
Si seguimos
los razonamientos anteriores, la única forma solvente para esta sociedad es la creación
de una oposición organizada que pueda enfrentar al bloque económico construido
por el líder de MORENA y ahora presidente constitucional de los Estados Unidos
Mexicanos.
La experiencia
mexicana, de Justo Sierra a la fecha, es el proyecto y construcción de grandes
bloques nacionales que puedan aglutinar a los diferentes rumbos históricos dado
por las Constituciones Políticas desde 1857.
Esto implica
que las propuestas empresariales se tornen en la construcción de un espacio que
pueda disputar el próximo año el dominio del Congreso y la pérdida de la mayoría
parlamentaria que hoy detenta MORENA.
Esta labor
es social, y tendrá que ser organizada. Las organizaciones sociales tienen su lógica,
de Moisey Ostrogorsky a Maurice Duverger: son burocráticas, dictatoriales y
tienden a separarse de sus representantes. ¿Que sugiere el antiguo diputado de
la Duma? No hagamos partidos, hagamos Ligas; que son agrupaciones sociales con
fines políticos específicos para desaparecer una vez cumplidos éstos.
¿Cómo
podemos lograr este objetivo sin que caigamos en la politiquería que dominó a
MORENA haciendo de éste un mosaico abigarrado de la peor representatividad de
la sociedad mexicana? Hay head hunters a los que se tendrá que recurrir y líderes
naturales que se tendrán que respetar, funciones políticas y experiencia no
deben de ser confundidas con igualitarismos y anti-elitismos propios de la
madurez política a la que la sociedad mexicana ha llegado a través de su cultura
política.