viernes, 16 de febrero de 2018

El Desplome de la Bolsa de Valores (2)





La Teoría de los Fractales es una nueva manera de ver el mundo y una evolución de la geometría de Mandelbrot contra Euclides como de hecho lo señala María Isabel Binimelis Bassa para el National Geografic, en su colección: El Mundo es Matemático. Esta nueva manera de ver el mundo está ligada a la teoría del caos que establece que la naturaleza no es fractal.

Según la teoría de los fractales y las finanzas, se puede avizorar en tres partes la vida de los Valores en Bolsa: 1. La Vía Antigua; 2. La Vía Nueva; 3. La Vía Futura. El matemático de origen polaco, Benoît Mandelbrot, considerado como el «padre de la geometría fractal» nos muestra en su libro: Fractales y Finanzas. Una aproximación matemática a los mercados, arriesgar perder y ganar:

“Los fractales –estructuras geométricas de diversos niveles de tamaño, cada una de los cuales repite a pequeña escala la estructura total– son idóneos para medir la rugosidad de la Naturaleza y nos permiten acercarnos geométricamente a estructuras tan poco euclidianas –en realidad, tan barrocas– como una nube, el contorno de la costa, los meandros de un río, las ráfagas de viento, un pedazo de coliflor... y, al parecer, una jornada en la Bolsa. En efecto, en este libro, accesible a lectores no especializados, pero que fascinará tanto a expertos financieros como a matemáticos, sus autores muestran cómo aplicar los fractales al comportamiento de los mercados bursátiles. Fenómenos como las caídas y los repuntes bruscos de los índices o las llamadas «burbujas financieras» no siempre resultan explicables a partir de los análisis económicos clásicos. En cambio, las «finanzas fractales» permiten reducir a una idea matemática sencilla procesos tan complejos como la variación de los precios o la convertibilidad de una moneda en otra”.

Por su parte Vicente Talanquer en: Fractus, Fracta, Fractal. Fractales, de laberintos y espejos, nos dice:

“Para empezar: cuando enfrentamos un problema por primera vez, cuando queremos comprender cómo funciona una cosa, normalmente hacemos simplificaciones. Es tan sencillo como considerar que, si estudiamos el movimiento de un cuerpo, conviene despreciar la fricción; que, si la Tierra se desplaza alrededor del Sol, ojalá que su trayectoria forme un círculo. Recordemos por un instante el primer dibujo que hicimos de un atardecer en la playa: el Sol, redondo como plato; las montañas, triángulos; las gaviotas, dos arcos circulares.

Las figuras comunes de la geometría clásica o euclidiana no son las más adecuadas para generar formas complejas como la hoja de un helecho o el perfil de una montaña. Su limitación se debe a que tienden a perder su estructura cuando son ampliadas; un arco de círculo se transforma poco a poco en una recta; la superficie de una esfera se hace cada vez más plana. Esto no es precisamente lo que sucede con las formas naturales; por ejemplo, la superficie rugosa de una roca mantiene prácticamente la misma complejidad a varios niveles de amplificación con el microscopio. Si analizamos una parte de la roca, y dentro de ella otra más pequeña, y así sucesivamente, no por ello nos parecerá cada vez más lisa.

De hecho y como nos informa El Financiero, el Dow Jones terminó hoy 16.02.2018 en 25,219.38% con un alza de 0.008%


Los fenómenos que estamos viendo desde 2008 se resolverán científicamente conforme a las Teorías de Sistemas y de Fractales que hemos citado, sin embargo, como nos indica el libro de Michael Lewis, no podemos desdeñar problemas en el funcionamiento y la manipulación misma en los Sistemas Bursátiles. 

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