viernes, 16 de marzo de 2018

¿Es el PRI un Partido Nación? V



¿Es el PRI un Partido Nación? V

El CASO JAPONES
(PARTIDO LIBERAL DEMOCRÁTICO JAPONÉS)

Como ya he señalado en la Introducción el caso japonés, se compone de una multitud de partidos alrededor de un partido que sigue al país en su Desarrollo como estado Nación, es decir formando un Estado legal y un Mercado que permita el juego institucional de los intereses. El Partido Liberal Democrático Japonés ha cumplido esta función ampliamente siendo una fuerza conservadora de carácter Nipón que se ha mantenido y gobernado casi ininterrumpidamente desde su fundación en 1955[1]. Este carácter múltiple de las fuerzas es lo que da al Partido Liberal Democrático, su vigor y al que propongo como el Partido Nacional del Japón. Teniendo en cuenta que la Constitución se mantuvo en secreto después de la II Guerra Mundial, hasta los años 70, y le da al pueblo japonés el carácter pacífico que ahora mantiene a través de la llamada Constitución de Paz[2]. Este carácter pacífico ha dado al Japón su crecimiento y desarrollo en los últimos 70 años, lo que lo ha llevado a ser una potencia industrial. Y el Shuntō, que une al capital con la fuerza de trabajo; el resultado de esta alianza da la armonía necesaria para el desarrollo japonés.

El caso analizado como lo trata Jean Charlot en su libro Jean Charlot: es paradigmático de los partidos y las facciones: “El objeto principal de las facciones que comparten los grupos parlamentarios en la Dieta es la lucha por el dinero y los honores. Las divisiones políticas e ideológicas al seno del partido liberal no son más que impedir a sus jefes de sus facciones externas de colaborar. En el partido socialista por el contrario las querellas ideológicas conducen en frecuentes ocasiones a escisiones de grupos de facciones rivales que conducen seguido a la definición de cuestiones políticas y de vitrinas, pero incluso en los socialistas una corriente de ideas nueva ha dado nacimiento a alianzas nuevas que trascienden las divisiones ideológicas tradicionales.

El diputado no solo debe pertenecer a un solo partido sino también a una facción partidista para lograr un puesto en el partido en la Dieta o en el Gobierno la mayor parte de los miembros del partido conservador son de cerca o de lejos, afiliados a una de las seis facciones principales, que sostienen la candidatura de sus miembros en puestos diversos en función de su antigüedad y su prestigio. Hoy en la Cámara Baja estas facciones cuentan de entre 20 y 50 miembros. Como el número de comisiones parlamentarias y comisiones de partidos es más elevada, cada uno o casi con el apoyo de una facción puede lograr sin demasiado esperar una presidencia o una vicepresidencia. En el Partido conservador los mas favorecidos pueden incluso esperar a ser propuestos a un puesto ministerial. Ambición de todos los diputados. Cada facción de 20 miembros quiere un portafolio al menos, al seno del Gabinete. En detrimento de las declaraciones de intención de algunos primeros ministros como Ikeda e Isato sobre la selección de los ministros en función de su competencia y no de su pertenencia a una facción, estas dos calidades, hasta el presente permanecen extrañamente en armonía. El no reconocimiento de una facción real puede llevar a su defección y a tener consecuencias fatales para el primer ministro, a su propia facción lejos de la lucha por la renovación de su propio partido”[3].

…“El PLD fue derrotado en las elecciones de 1993 enfrentó la búsqueda de un nuevo sistema electoral y los barruntos de ruptura en el interior del PLD, la disolución de la Cámara, la lealtad de empresarios y bancos con el anuncio de Tsutomu Hata acerca de un nuevo partido el miércoles 19 de junio se difundió la idea de que la prioridad de este partido sería la reforma de los sistemas político y electoral de este país o sea un nuevo Shunto”. Nos dice Alfredo Román Zavala en Internacionalización y partidos políticos en Japón editado por el Colegio de México en 2011.

El Caso Japonés es un modelo de relación entre desarrollo político y económico en el cual salta a la vista la relación entre ambos. Esta relación está presente en todas las democracias sin embargo en el japonés produjo el conocido milagro económico.



[1] KISHIMOTO, Koichi. Politics in Modern Japan. Tokyo: Japan Echo, 1988. pag. 7–21.
[2] ULEMAN F., Rethinking the Constitution: An Anthology of Japanese Opinion, 2008.

[3] LANGDON Frank, Politics in Japan, Boston, Little-Brown 1967, pp. 142-145  

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