lunes, 6 de abril de 2020

El informe de rescate económico del Presidente Andrés Manuel López Obrador.





El informe de rescate económico del Presidente Andrés Manuel López Obrador.

El día de ayer por la tarde, el Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, informó de la manera como entiende resolver la crisis política, económica, financiera y social que vive el país del que fue electo con un relativo alto porcentaje.

Ante una crisis civilizatoria en la que se conjuntan diferentes variables una de las cuales, la tecnológica, ha estado ayudando en la continuación laboral y evitando que se paralice del todo la actividad económica, social y política global y del país.

Paradójicamente la tecnología había resultado un problema para la cuarta revolución industrial, provocando desplazamiento de la fuerza de trabajo cierre e internacionalización de las firmas, desplazamiento geográfico y descontento social y electoral. Mucho del descontento social, vivido en la última década y del ascenso de gobiernos de derecha; no digo populistas porque como ya me he referido en otras Reflexiones es de dudosa procedencia para ser una categoría o concepto político.

Volvamos pues a lo que nos ocupa; la actual crisis civilizatoria no es resultado de los últimos treinta años de historia en México del mal llamado capitalismo neoliberal. En todo caso se remonta al grupo de economistas chilenos que escucharon las conferencias de Milton Friedman en los años sesenta. Y, conocidos como los Chicago Boys.

No me voy a entretener en las múltiples enseñanzas de Friedman a los economistas de todo el mundo. Solo recordaré el cambio representado por su visión a la Teoría Económica pues cambia el paradigma Keynesiano al de una nueva etapa de acumulación que dura ya cincuenta años. Es en esa problemática que la crisis económica a nivel económico y financiero se encuentra, no hay un nuevo paradigma Kuhnniano que resuelva consistentemente la crisis financiera y económica a nivel mundial. Ah, olvidaba decir que en China Adam Smith es altamente conocido por los economistas y desconozco sus aportaciones.

Esto era parte del contexto en el que se movía el país en los años setenta, años en los que el actual jefe del ejecutivo era alumno en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, debo decir que, aunque había devoción por la economía y la historia económica no se leía precisamente a las escuelas vigentes en el mundo. Si puedo decir que Leopoldo Solís seguía con avidez este interés y a través del profesor Enrique Valencia autor de un estudio ecológico sobre el barrio de La Merced, el entonces subsecretario de comercio tenía pláticas con Raúl Olmedo.

Si hay un padre de los tecnócratas mexicanos es Leopoldo Solís Manjarrez que si bien conoce a fondo la teoría política es un economista historiador y un político practico al que debemos la Central de Abastos mexicana.

El pensamiento económico predominante en México y no en Ciencias Políticas nada más, ha sido la búsqueda de un pensamiento económico mexicano que sea tanto capitalista como socialista y eso lo coloca en terribles contradicciones pues no se adhiere a un modelo capitalista específico. Es esta ausencia y contradicción lo que hace a Andrés Manuel López Obrador escribir el libro Hacia una economía moral, dónde hace descansar las frías leyes de la oferta y la demanda en principios éticos y psicológicos.

Esta visión del mundo que se encuentra más en la generosidad cristiana de Carlos Pellicer y en su Tabasco natal, su experiencia con los Chontales de Tabasco, así como en la Procuraduría Federal del Consumidor tanto como en las cosmovisiones mágicas del Popol Vuh y el Chilam Balam de Chumayel.

Todo esto es válido para crear un mito Señor Presidente, una candidatura, una imagen nacional, pero no para enfrentar las turbulencias del país en este tiempo que como reconoce su gobierno, administra usted una República Federal de treinta y dos realidades diferentes que generan un mosaico complejo; mismo que a través de su publicidad anuncia.
El día de ayer, sin ir más lejos, ¿por qué mencionar a los Estados Unidos y a su historia presidencial? Tan diferente a la nuestra: ¿en que pensaba usted cuando se refería al presidente Hoover?, ¿prefiere usted Stanford a la UNAM o al IPN?, ¿se va a reelegir y desde este momento augura a su partido perdedor en las elecciones?, para dar paso al Roosvelt mexicano.  

La comparación no fue afortunada. Ya de por sí no gusta, pues, se dice: toda comparación es odiosa. Sin saber de este método. Camino cognoscitivo por excelencia de la Ciencia Política cuyo título y cuya tesis está depositada en el recurso bibliográfico Tesis-Unam. Su trabajo avizoraba un buen historiador, pero escogió usted el camino de la practica y ahora debe comportarse y actuar como el estadista que le prometió a México no fallarle.

Insisto no puede usted seguir en ese camino, se estrellará usted llevando al país a la ruina vuelva a la ortodoxia de la economía a su admirado maestro Raúl Olmedo, pero no recuerde El Estado y la Revolución, ni Los Cuadernos Azules, también ahí se leía a Joseph Schumpeter a Witold Kula y a Pierre Vilar. No irrite a la derecha, Don Salvador Borrego ha muerto y no hay quien la contenga. Sea usted el mandatario 79 y apéguese a lo que sus asesores de buena fe le dicen, no los intimide, oiga. Y, que lo habiten en ese Palacio Nacional todos los nombres de sus 78 precedentes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario