viernes, 23 de marzo de 2012

MENSAJE A LA FACULTAD DE CIENCIAS POLÍTICAS Y SOCIALES

La Facultad de Ciencias Políticas y Sociales está desarticulada en sus objetivos de investigación y docencia; por una parte, no se estimulan suficientemente los proyectos de investigación que nos podrían dar una proyección en el ámbito iberoamericano y, por la otra, no se ha hecho la adecuación de los planes de estudio que enlacen ejes de desarrollo temático para permitir la multidisciplina en una facultad que ofrece oportunidades interesantes.

Respecto al gobierno de la institución hay aspectos que no se cumplen eficazmente, como el cogobierno universitario que nos rige. En el Consejo Técnico no se aprovecha la potencialidad de sumar a los estudiantes a esta tarea, al no explicarles pedagógicamente cuáles son los ámbitos de su competencia, de forma que las discusiones sobre las plantillas consumen el tiempo de sesiones interminables del órgano colegiado, dejando de lado la discusión de asuntos relevantes para la Facultad, como son la actualización de los planes de estudio, el vínculo docencia-investigación y las prioridades del desarrollo de la Facultad. La atención a los alumnos es deficiente, la biblioteca no cuenta con las novedades que permitan la actualización, la separación entre las coordinaciones y los estudiantes llega a provocar conflictos que se dirimen en el seno del Consejo Técnico por la incapacidad para resolverse en las instancias correspondientes.

En años recientes se han generado recursos propios por medio de ingresos por diplomados, certificaciones y monitoreos, pero los estudios electorales, la metodología cualitativa y cuantitativa y los homenajes a autores claves de la cultura política, los están realizando otras dependencias universitarias. En cierta medida esto obedece a la falta de apoyo a los profesores para involucrarse en proyectos de investigación y divulgación de las Ciencias Sociales. Los procesos de ingreso y promoción del personal académico tienen serias deficiencias, y las recontrataciones se convierten en un problema pues no hay una línea directriz que permita procesos justos y de acuerdo a la Legislación Nacional y Universitaria.

A sus 60 años de existencia, la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales debe proponerse en la resolución de los problemas del siglo XXI y hacer que sus años de maduración sean los de la consolidación de las Ciencias Sociales que enseña, mismas que tienen una importancia fundamental en tanto disciplinas científicas que pueden incidir en el desarrollo del país y en el proceso de globalización en el que estamos inmersos.

Algunas previsiones econométricas ubican a México como la séptima economía del mundo para los años 2020. Sin embargo, los rezagos educativos, la falta de proyectos propios que se orienten a resolver los problemas estructurales del país, no permiten vislumbrar un cambio radical en términos de desarrollo, más allá del crecimiento económico. Las Ciencias Sociales son estratégicas para ayudar a que esto no ocurra pero para eso es necesario abandonar posturas ideológicas que impiden coadyuvar en la búsqueda de solución a los problemas nacionales.

Para lograrlo es clave el funcionamiento del posgrado, el cual también debe ser revisado. Las quejas sobre la falta de criterios transparentes en el ingreso han llegado al Consejo Técnico y a casi 16 años de su reestructuración, nuestro posgrado no alcanza aún el nivel de competencia a nivel internacional en el padrón de CONACYT, a pesar de que la División de Estudios de Posgrado de la Facultad está asociada con otras dependencias universitarias para ofrecer líneas de investigación desarrolladas por investigadores de primer nivel.

Para corregir las fallas a que hace referencia este diagnóstico, te pido menciones mi nombre en este periodo de auscultación, que es la primera etapa para la designación del Director de nuestra Facultad para el período 2012-2016.




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