jueves, 22 de marzo de 2012

SOCIOS INCÓMODOS

Socios Incómodos

Renegocian acuerdo con Brasil

José de Jesús García



Las reformas que estableció México para fortalecer su sector externo dan resultado, pero al mismo tiempo despertó las molestias y recelo de nuestros de socios comerciales de sudamericana, que no hicieron los cambios necesarios y perdieron competitividad en los últimos años. Contradictoriamente, analistas mexicanos del sector económico ponían como ejemplo  el fuerte crecimiento económico de Brasil y Argentina en relación a nuestro país, y ahora no se entiende que traten de limitar las exportaciones mexicanas e incumplan los acuerdos firmados.

El proteccionismo resurge en América Latina como medida de defensa para enfrentar la crisis financiera Europea y Estados Unidos. En febrero, después de rumores admite el gobierno brasileño revisa el acuerdo de comercio de automotores con México, en respuesta a su creciente déficit en su comercio del sector.  A mediados de mes Brasil amaga con romper el Acuerdo de Complementación Económica (ECE) 55.

Posteriormente,  México envía carta a Brasil con la disposición de seguir los diálogos y conservar el ACE. Responde el canciller brasileño, Antonio Patriota, y pide a México revisar los parámetrks de cuotas, las reglas de origen y el comercio de vehículos pesados. Para resolver la controversia, se reúnen los secretarios de Economía y Relaciones Exteriores de ambas naciones para afinar detalles del protocolo, que sería con un periodo de tres años, pero respetando el acuerdo.

México y Brasil establecieron un protocolo “paralelo” al ACE (ACE) 55, por un periodo de tres años, que limita las exportaciones de vehículos nuevos como lo condicionaron los sudamericanos, pero “salva” el comercio entre ambas naciones y entra en vigor el lunes 19 de marzo.

Bruno Ferrari, secretario de Economía, estableció que el protocolo contempla un régimen temporal incremental para el nivel de exportaciones de vehículos ligeros, libre de arancel para cada país: para el primer año, el monto de exportaciones será de 1,450 millones de dólares; la cuota se incrementará en el segundo a 1,560 millones y a 1,640 millones de dólares para el tercer año; una vez concluido dicho periodo se continuarán aplicando todas las disposiciones del ACE 55 para vehículos ligeros.

En una posición oportunista, Argentina también pretende renegociar su acuerdo de autos para equilibrar la balanza comercial bilateral deficitaria de los dos últimos años, pero México descartó dicha pretensión y en caso de que denuncie el pacto, el gobierno de Felipe Calderón acudiría a la Organización Mundial de Comercio.

Por su parte, el gobierno de Felipe Calderón dio por “enterrada” toda intención de negociar un Tratado de Libre Comercio (TLC) con Brasil, luego de que el proteccionismo carioca condicionó una relación restrictiva al comercio en materia automotriz hasta el 2015, cuya cuenta regresiva de las exportaciones mexicanas con un cupo por 1,450 millones de dólares en el 2012.

 Por su parte, el sector industrial recibió con molestia el acuerdo temporal automotriz que alcanzaron México y Brasil, que implica una disminución de las exportaciones hacia el país sudamericano. "Las cuotas de exportación de autos van a bajar y esperemos que cumplan los brasileños con las nuevas cuotas. "Muchos años (el acuerdo) fue a favor de Brasil, fue superavitario en la relación comercial y cuando se les volteó entonces ya no les convino, no reconocieron la parte que ellos habían ganado varios años", señaló Salomón Presburger, presidente de Concamin.

A su vez,   Gerardo Gutiérrez Candiani, presidente del Consejo Coordinador Empresarial, comentó que en la negociación del acuerdo con Brasil se privilegió al sector automotriz para que siguiera participando en ese mercado. Pero lamentó que allá se dicten políticas contrarias a un comercio justo.

Los críticos a la administración de Calderón señalan que solo se toma en cuenta la relación con Estados Unidos, la respuesta la dieron Brasil y Argentina: no son socios confiables para establecer acuerdos comerciales de largo plazo.





Incompatibilidad política con Brasil y Argentina

Víctor Manuel Muñoz Patraca



Los señalamientos de José de Jesús García son una muestra de la brecha que separa a México de los países de Latinoamérica, en particular con aquellos, Brasil y Argentina, que padecieron dictaduras militares en el siglo XX, en donde el liberalismo no llegó y la abolición de la esclavitud, en el caso de  Brasil, es un asunto reciente.

En su libro sobre la extrema derecha en América Latina, Sandra Mc. Gee Deustch habla de como en el caso brasileño la liberación nacional significaba luchar contra el capitalismo; el ideal de justicia social se desvinculó de la lucha de clases del materialismo histórico y del internacionalismo proletario para extenderse a todas las clases bajo banderas diversos y opuestos entre sí, como el fascismo, el nazismo y hasta cierto punto el estalinismo. El anticapitalismo, el antiimperalismo fueron manejados de la misma forma como lo hicieron el fascismo italiano y la liga patriótica argentina.

En los gobiernos mexicanos no encontramos ese pasado totalitario presente en la clase política de Argentina y Brasil. Por eso las posibilidades de integración económica son sumamente difíciles.

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