viernes, 27 de marzo de 2020

La pandemia





La pandemia

Desde el siglo XV la humanidad conoce en su sistema civilizatorio material económico y capitalista. Lo que Ferdinand Braudel llama la parte del mundo material que se ocupa de la población y el mundo.

El primer problema que se encuentra este aspecto: es la población de un mundo con unos censos que dan unas cifras qué hay que inventar.

El flujo y el reflujo, del sistema de mareas, y sus pocas cifras nos plantean el problema de cómo calcular la igualdad entre China y Europa. Misma dimensión, que se hace cada vez más necesaria. El problema de la población y del mundo es un problema de cifras discutibles qué remonta a la relación entre los siglos y la insuficiencia de las explicaciones tradicionales. Pues los ritmos del clima como escala de referencia no tienen medidos los ritmos y las escalas de referencia que pueden ser las ciudades, los ejércitos y las flotas. Una Francia prematuramente superpoblada con densidades de poblamiento y niveles de civilización más otras sugerencias de Gordon W. Hewes. También encontramos el libro de los animales salvajes.

Nos encontramos pues con el fin de un Antiguo Régimen biológico en pleno siglo XVIII y del eterno retorno del restablecimiento de un equilibrio donde los hombres sufren epidemias, pestes y una permanente historia cíclica de las enfermedades que los lleva de 1400 a 1800 a un antiguo régimen biológico de larga duración.

Este problema nos indica a las masas contra los débiles. Lo mismo contra los bárbaros y la desaparición de los grandes pueblos nómadas del siglo XVII y las conquistas del espacio resistencia de las culturas iniciales contra las civilizaciones.

Pero ¿cuál es el pan de cada día?
Sin duda; el trigo y los cereales.

Los cereales legendarios el trigo y sus rotativos  cultivos, bajos rendimientos, de las superficies sembradas. Aumento, compensaciones y catástrofes que lleva al incremento de los rendimientos y superficies sembradas las cuales llevan al incremento del comercio local e internacional del trigo. Con sus calorías y precios el trigo y el nivel de vida. Pan de ricos, pan y gachas para las pobres, dos posibilidades: comprar o fabricar el pan y una civilización triunfante en que la primacía la tiene el trigo.

Tenemos también al arroz y el arrozal, el milagro de los arrozales y las responsabilidades del arroz. Y no podía faltar el maíz con su clasificación: maíz y civilizaciones americanas.
Se nos presenta pues el problema de la revolución alimentaria del siglo XVIII, el maíz fuera de América; para el resto del mundo los hombres de asada y la importancia aún mayor de la patata con la dificultad de comer el pan ajeno.

Pero ¿qué es lo superfluo y lo necesario?
Las comidas y las bebidas de lujo contrarias al consumo de masas. Esto es un lujo tardío la Europa de los carnívoros que comienza hacia 1550, mismo en que empieza a disminuir en la privilegiada Europa.

Todo esto se ve amenazado por un mundo que comercialmente ha sido bipolar sobre todo en la relación sino-americana de la última década. La economía mundo como vio la revista The Economist en su numero de marzo 21 al 27 de este año, se encuentra clausurado y con unas relaciones entre los dos países en crisis. Para el número de esta semana la revista citada ve que los más afectados serán los pobres. Contrario a los cálculos y buenos deseos del gobernador de Puebla Miguel Barbosa.

Aquí, en México; nos encontramos con una clase política que no está preparada ni entrenada para ejercer el poder. Morena va de tumbo en tumbo, sin atinar una sola iniciativa digna de la historia mexicana. Ella ya plantea lo que Allan Knight propone en el Libro “La conflictiva y nunca acabada construcción de la democracia deseada”. Donde establece: “esta división tripartita -historia política, económica (social)- cultural es tan tradicional que no solamente se observa en la historia. Se ve en el estudio de las relaciones internacionales en el llamado soft power de Josef Nye quien contrasta el poder político-militar con el económico”. 


Y mi reflexión es: hasta donde llegara el retroceso al que Morena nos somete con sus contratos en la aberración aeroportuaria de Santa Lucia llamada por los pilotos de empresas extranjeras “la central avionera” dónde se reparten contratos a los militares para disculparse, según Yo, de las diatribas y humillaciones que les hizo al principio de su mandato.

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