Mi
voto particular sobre la película Roma de Alfonso Cuarón
Para
Coatsworth, la guerra de independencia en México acaba con la esclavitud y la
revolución mexicana con la servidumbre.
Si
consideramos la película de Alfonso Cuarón, la revolución ha llegado a su fin
hace más de diez décadas. Lo sorprendente es que tal producto social se asiente
en un territorio medianamente grande y geopolíticamente en permanente cambio y
crecimiento lo que la hace intentar soluciones políticas, económicas y sociales
impredecibles. Es el caso que vive México en este último aniversario hoy 6 de
febrero de 2019, donde el periódico, El Financiero cabecea: no descartar cuarta
Constitución: AMLO.
Para
aclarar en páginas adentro: “… necesaria otra Constitución… cuando haya condiciones”,
en crónica de María León, en esta parte de uno de los más importantes
periódicos financieros del país, la foto ilustrativa del evento a quien no
atribuye créditos el editor se ve al sr presidente radiante en el teatro de la
republica bien peinado con corbata roja debajo del escudo nacional y en los
muros las imágenes de cada uno de los constituyentes de los estados de la
federación que hicieron la carta magna en febrero de 1917. Se ve en primer
plano y muy cerca del señor presidente a Javier Jiménez Espriú secretario de
comunicaciones y transportes. Y autor del basilisco que tenemos que sufrir los
mexicanos en el caso de querer ir a Tel Aviv a celebrar semana mayor los que
somos creyentes; más alejada en el plano y cortada por la tribuna se ve a Olga
Sánchez Cordero la actual secretaria de gobernación y queriéndose colar en la
foto forzada, estresada y tensa Claudia Sheinbaum Pardo y en un segundo plano
observando serio y preocupado el ministro Arturo Zaldívar presidente de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Este
febrero de 2019 a 102 años de la promulgación de nuestra carta magna, el
universo político mexicano se mueve y se mueve bien. Para decirlo en términos
de Federico Fellini: “La Nave Va”.
La
película que me ocupa se contextualiza en los años setenta y puede ser vista
como una película autobiográfica o de un costumbrismo propio y caro al cine
mexicano. Pero observamos con cuidado una serie de planos secuencia, más que la
oportunidad de una joven actriz de origen mixteco que además es profesora en su
población y cuyo profesionalismo ejerce cabalmente.
Mas
allá de la revista Vogue de las curas en salud que fomentan en la televisión
universitaria funcionarios egresados de otras escuelas la historia del cineasta
Cuarón y su relación académica con su alma mater.
Alfonso
Cuarón fue obligado a salir del CUEC por no estar de acuerdo en la calificación
a uno de sus proyectos cinematográficos ahora nos trae en sí mismo la sustancia
de la técnica enseñada en esa escuela transformadora del cine actual que es el
documental. Para hacer con ese estilo la mejor película mexicana vista y hecha
en la historia.
Su
burla del daño recibido y se apresura seguro de sus virtudes y de la ola
artística mencionada a enfrentar el mundo y ser lo que ahora no se puede dejar
de ser, un actor de talla mundial. No sé si lo logrará, pero también aprovecho
para decir que se debe romper con las relaciones de servidumbre académica en
plena sociedad del conocimiento.
Consciente
de que la empresa NETFLIX, puntera en el streaming ha gastado más dinero en
publicidad que en el costo de la película hoy que se publica este artículo,
declara que está harto.
Felicitándole
sea cual sea el resultado en la entrega del Óscar, ha ganado ya múltiples
premios y lo saludo aquí en el inicio del año del cerdo chino, deseándole
riqueza y abundancia.
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