México es una potencia importante
en el mundo. Nuestro pasado, cultura, geografía y economía, así lo señalan no
obstante con este capital social y económico los mexicanos no se explican el
entorno político a su alrededor. La realidad se les hace irreconocible e
imposible de asimilar. La ciudadanía tiene un alto nivel de selección según la
encuesta Vanderbilt 2006; y Almond & Verba, lo seleccionaron como
democracia y calificaron la Cultura Política como democracia parroquial en encuesta
levantada en 1959. En el libro coordinado por Julia i. Flores Dávila en 2011, en
el caso mexicano hecho por ella se observa una creciente desilusión ante el
impacto de las políticas económicas implantadas en los últimos 30 años. Se esperan
mejores resultados en el caso del Presidente Peña Nieto, dato arrojado por la elección
del 5 de julio próximo pasado. A casi tres años de su gestión las políticas públicas
han cambiado aun y cuando el modelo económico al parecer se encuentra intacto,
esta decisión se tomara el próximo 17 de septiembre cuando la Reserva Federal
de los Estados Unidos de América dirigida por Janet Yellen quien tiene
excelentes credenciales Keynesianas anuncie el cambio o mantenimiento en la política
económica de la potencia continental, cambio que sin duda marcará la pauta en
el mundo. En el horizonte norteamericano, no se observan burbujas financieras
sino de crecimiento.
El problema sería la formación de
capital: México a diferencia de otros países del área y dentro de los
emergentes, no tiene problemas en su moneda, el tipo de cambio es flexible y según
el Gobernador Agustín Carstens en meses pasados se encontraba subvaluada. La situación
ahora, es la cantidad de reservas depositadas en el Banco de México. Desde este
punto de vista hay una necesidad de ajustar la tasa de interés; la deuda de los
municipios hace lo anterior difícil, pues es alta, también se afectaría a la
clase media y al mercado interno ya endeble. Como ha comentado Manuel Somoza de
Somoza Finamex, la moneda está en el aire, 50 y 50 %.
Podría ser que ajustando las políticas
públicas, se daría un relanzamiento integral de sectores marginados en la
actualidad; pienso en el comercio informal y un ajuste tributario como lo
propuso el secretario Gil Díaz en el gobierno del presidente Vicente Fox. Lo anterior
podría dar una época de nueva grandeza Mexicana en el siglo XXI.
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